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XIII - Consideraciones finales
La
acelerada expansión de Internet está conduciendo tanto
a las grandes, como a las medianas y pequeñas empresas hacia
un entorno caracterizado por la convergencia de tres sectores -
las comunicaciones, la tecnología y los medios - y regido
por unas nuevas reglas de juego que implican: una comunicación
expandida, mercados y competencia más amplios y ciclos de
innovación más cortos.
La nueva economía crea un círculo
virtuoso en el que el avance continuo de las funcionalidades y de
los usos de las nuevas tecnologías provoca una penetración
masiva que deriva en una reducción del tiempo en el lanzamiento
de nuevos productos y servicios y en un aumento de la eficiencia
interna. Esta situación conduce a las empresas, más
que nunca, hacia la innovación y la experimentación.
El nuevo entorno que se deriva del
cambio de reglas del juego se presenta cuajado de oportunidades,
si las empresas saben aprovecharlas, pero también de ciertas
amenazas para aquellas que no sean capaces de adaptarse.
En líneas generales, el e-business
posibilita una mayor eficiencia del mercado, gracias a la abundante
información y a la reducción de costes de la búsqueda.
Otro factor clave es la desaparición de los intermediarios
que no aportan valor añadido y la supresión de los
límites geográficos.
Por último, el marketing personalizado
y virtual va a permitir una mayor segmentación de los clientes
y el desarrollo de productos y servicios a la medida. Todos estos
cambios se ven afectados por el factor tiempo, dado que Internet
incrementa drásticamente la velocidad de competitividad.
La realidad actual demuestra que no
todos los directivos y empresarios perciben de forma homogénea
estos cambios. Mientras algunos se limitan a enfocarlo de manera
tecnológica, otros lo hacen de manera estratégica.
Un paso más adelante lo dan quien se orienta hacia un cambio
estructural y, por fin, los más avanzados sienten que la
nueva situación implica una verdadera transformación.
Brevemente, se puede afirmar que las
oportunidades que ofrece Internet y el e-business se centran en
el aumento de ingresos, la reducción de costes y la creación
de comunidades virtuales. Clientes, proveedores y organización
interna se constituyen en los nuevos pilares de la economía
de la red. Los primeros porque aportan una información valiosa
para la empresa, los segundos debido al impacto en la cadena de
valor y los terceros ya que, sin duda, permiten mejorar la eficiencia
de operaciones en el modelo de negocio actual.
Como en cualquier otro sector de la
economía tradicional, en el e-business habrá ganadores
- proveedores de infraestructuras y servicios de comunicaciones,
algunas start-ups con un modelo sólido de negocio y empresas
tradicionales que sepan innovar- y perdedores - inversores confiados
en que la burbuja bursátil seguirá creciendo, start-ups
sin fundamentos sólidos y empresas tradicionales que no sepan
vislumbrar la magnitud del cambio.
Por las características inherentes
a la Red, esta puede ser un buen lugar para desarrollar elementos
de entretenimiento e interactividad entre personas y entre personas
y la empresa. Comunidades virtuales que favorezcan la participación
conjunta, es decir provoquen conversaciones entre potenciales usuarios,
que permitan obtener datos de potenciales clientes y las relaciones
entre ellos y sirvan de puente con promociones offline.
La capacidad de las grandes marcas
y anunciantes para capitalizar este valor ofrecido al usuario es
lo que todavía está por demostrar. De momento y como
ya ocurrió con la televisión, son estos anunciantes
los principales interesados en explorar las posibilidades del nuevo
medio para conseguir, una vez más, la atención de
su público y proporcionarle una experiencia.
Una nova perspectiva de gestión
será necesaria para la adaptación en este nuevo entorno,
mientras nuevas ideas de incentivo para la reunión de personas
alrededor de uno asunto (que puede ser una marca, un acontecimiento
o otro fenómeno cualquiera) serán lo grande tempero
de la gestión de la atención.

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